Es fácil pensar que eres genial
No es tan fácil preocuparte por el bien de los demás
Menos aún despertar, en este baile de banalidad
Y es muy difícil sonreír con sinceridad
Pero la vida en el primer mundo ya es demasiado fácil
¿Qué pasa si yo quiero coger el camino difícil?
¿Qué pasa si yo ya no quiero obtener reconocimiento social?
¿Qué pasa si ya no quiero tener dinero, ni una mujer florero?
¿Qué pasa si no quiero competir con los demás, sinó conmigo?
¿Dónde está el límite entre lo normal y lo estúpido?
¿Dónde está el límite entre obedecer y ser esclavizado?
¿Dónde está mi límite?
No lo sé. Estoy intentando encontrarlo
He llevado mi cuerpo al límite, y he descubierto que aún podía más.
He llevado mi psique al límite, y he visto que nada me puede tumbar.
¿Cuál es el límite? Cada uno se pone el suyo
Limitaciones cómodas, para no tener que esforzarse.
Excusas benévolas que justifican su debilidad mental.
Pero dejar de buscar excusas para encontrar soluciones requiere esfuerzo.
Darse cuenta de que uno se ha dado excusas toda la vida es doloroso.
Mi corazón ha latido tan fuerte que ha roto su coraza
Y ahora todo me duele demasiado
Pero resisto, aprendo.
Ya no me engaño, e intento que tampoco me engañen.
Sólo quiero encontrar la paz dentro de mi cabeza
Algo que no se puede conseguir con coños, porros ni cerveza
Podría buscar algo que me evadiera, pero escapar se me da demasiado bien
Debo terminar la guerra que he empezado.
¿Qué es lo peor que podría pasar?
Que me rindiera.
Que olvide la diferencia entre vivir y estar vivo.
Que olvide la diferencia entre vivir y estar vivo.
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