domingo, 9 de marzo de 2014

Colores en el agua

Me disparaste.


Sin embargo no he muerto, tengo la sensación de que no hay suficientes balas en el mundo para liquidarme. Pero Tánatos está al acecho.

No veo más que alusiones e ilusiones en tus macabras líneas, puede que necesite darme por aludido, y que todo sea una alucinación de este enfermo de soledad.

Mi amarga obsesión me está volviendo loco, y también cuerdo. Me está colmando la cabeza de luminosos fuegos artificiales, y éstos me queman por dentro. Pero hace tiempo que aprendí a disfrutar de lo amargo; como el café, o el amor.

Amargo es el destino que nos aguarda a todos, el único destino cierto. Nuestra vida fluye hasta llegar al océano, y ahí ya no hay tiempo de rectificar. Sabiendo (o creyendo) esto, uno se da cuenta que hay personas que tienen más valor que cualquier tesoro.

Pues el tiempo es oro para el que no lo vive solo.

Siento despertar algo dentro de mí, algo que renace después de un largo sueño, o que renace justo al empezar a soñar, no estoy seguro. Ni puedo estarlo.
Puede que sea cosa de mi déspota imaginación, que disfruta viéndome volar entre las suaves nubes para verme estallar contra el frío suelo, aplastado por esa gravedad que nos une.

Que le den al destino, yo quiero hacer mi camino, o el tuyo.
El miedo sigue oprimiéndome, pero no me importa. Estoy listo para saltar al vacío. 


 watercolours

Soy un burgués con alma de vagabundo
Paso las horas leyendo sombras del mar profundo
Toda mi luz la guardo en un barco de papel
Pero hace ya tiempo que me deshice de él.

Esos faros verdes no me dejan ver la luz del sol
Y eso me encanta.

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